lunes, febrero 15, 2010

un año más... que se va


Hace un año atrás estaba esperando que llegara Iván desde el Sur. Venía en su último viaje desde Balmaceda, dejando atrás lo que había sido su mundo, su trabajo y su libertad. Venía a vivir conmigo, empezar nuestra vida de casados y esperar la llegada de Samuel.

Hace un año atrás yo estaba a punto de parir. Era una guata con patas, pero me sentía hermosa, liviana y llena de energía. Como una hormiguita no paraba de arreglar los últimos detalles antes de que llegara el bebé, mientras me sacaba cresta y media poniendo en marcha el hostal.

Hace un año vino la Milli a verme, almorzamos y nos contamos la vida a la rápida.

Hace un año mi cuñada Jenni vino a trabajar a Reñaca, acompañándome en tardes enteras de shoping y conversas, comilonas y atardeceres. Hablabamos de como regalonearíamos a porot@ y de que ella siempre lo llevaría al estadio, alentar al Colo, orgullosa de ser su tía regalona. Ella eligió el color de la cuna, alguna ropita linda, y me tocaba la guata con ternura.

Hace un año nos juntamos con algunos amigos en el campo a celebrar la llegada de mi hijo. Un fin de semana con asado, piscina, carrete y regalos. La mayoría de esos amigos han venido durante el año a conocer y regalonear a Samuel, estar con nosotros y decirnos que no nos han olvidado.

Pero muchas cosas han pasado en un año. Mi cuñada ya no está para regalonear a su sobrino, sus promesas quedaron colgadas en el aire, inconclusas, y ahora lo cuida desde otro plano, invisible pero siempre presente. La extraño, la recuerdo con una mezcla de risa y llanto y a veces también la puteo... por no estar, por romper el frágil mundo de fantasia y hacernos tocar la realidad de la manera más brutal. Me enoja saber que esta muerta, que Samuel no la conocerá ni podrá acompañarla al estadio, que un niño tan pequeño no debería tener muertos en su conciencia.

Y nosotros... decididamente la vida no es color de rosa. Es espinuda y complicada y el cansancio te bloquea. Cuesta volver a lo simple, sonreir al nuevo día y reinventarse constantemente. Estoy cansada de cambios, de vivir un poco a medias, y las raices se me están secando de tanto buscar tierra para crecer. Pero no pierdo las esperanzas, esa palabra tatuada con fuego en mi espalda. Ha pasado un año y, después de todo, no hemos sido derrotados.

El sábado mi hijo cumple su primer año de vida en el mundo. Me parece increíble que ya pasaron 365 días desde su primer grito, su primer respirar; pero así es, el mundo gira rápido y Sami ya tiene 5 dientes, gatea como un bestia, aprende a caminar y forja su caracter de manera inquietante. Lo amo con locura y él me muerde el labio, se acurruca en mis brazos y me convida de su chupete. A veces me paso la tarde contemplándolo, admirando su belleza inocente, tan confiado del mundo que no le teme a nada... ¿que cosas malas pueden suceder si papá y mamá le aman?. Me dan ganas de ser como él, con esa sabiduría tan simple que tienen los niños, sin complicaciones ni trabas. Siempre más felices en pelota que con pañales, sonriéndo a los extraños y mirándolo todo como si fuera primera vez; egocéntricos a morir, seguro que el mundo gira para él y para nadie más. Y tiene razón.

Este es un año que no se como definir, si bueno o malo o más o menos. Seguro si que fue intenso... muy intenso. No estoy segura si quiero otro así, creo que por el momento basta de emociones fuertes, ya quiero un rato de aburridas y predecibles rutinas, confortables horarios y tiempo libre para gozarlo con mis hombres. Se que se vienen tiempos más tranquilos y seguros, un segundo año para acomodar los huesos, descansar un poco y empezar otra vez.

Y así, sin darme cuenta, mientras peleo con los pañales, la pega, y las sorpresas.. un año más, que se va.

2 comentarios:

bufonazo dijo...

la verdad que si...en un año pasan muchas demasiadas cosas... yo voy a cumplir 1 año de casado, parecido, pero no igual...ajajaja

abrazos!

valeria amanda dijo...

un año de casado??? wuaw bufo, te felicito!!!.

Y bueno, mis predicciones se equivocaron... con lo movidito que termino febrero veo lejano mi momento de paz.

En fin, vamos chile mierrrrrda!!!