lunes, noviembre 19, 2007

Besos


Amo dar besos, besar, ser besada. Me parece una actividad fascinante, que además tiene múltiples beneficios para la salud y alegra el alma. Cuando se trata de besar soy como una quinceañera, puedo pasar horas abrazada, besando la cara, los labios, el cuello.
Es tan importante el tema de los besos que incluso sé si una relación puede o no funcionar al primer ósculo. El contacto de los labios por primera vez son mucho más que eso para mi; me hablan de la personalidad de quien me besa, que quiere de mi, que busco de él. Saboreo la química que se produce y, si no hay nada ahí, simplemente no sigo besando.
Mi boca es un sensor que filtra lo que no fue detectado en un primer acercamiento.

En este juego de besar, lo que más me gusta es hacerlo riendo. Reir y besar son los bálsamos que suavizan el alma.

¿Me habré vuelto adicta a los besos?? a los tuyos???... Que increíble fue verte y quererte para mi. Y ahora estas lejos pero te siento a mi lado, besándome, y no se cuanto dure este olor que dejaste impregnado en mi cerebro. Ame tus labios acariciando los mios, borrando huellas de otros besos, rompiendo con autopromesas de nunca más.