martes, julio 31, 2007

migración


Hace un rato que le vengo dando vuelta al tema del autoexilio... no tengo otra manera de llamarlo. Amo mi chilito, sus tierras y su gente; adoro esta familia de amigos y amores que he construido en mis 29 añitos, los lugares que conozco, las ciudades donde viví, pero siento que es hora de partir.

No consultaré al oráculo ni las estrellas, no leeré mi horóscopo ni buscaré signos salido de otros mundos. No esperaré nada.

Quiero viajar sin más peso que el de mi mochila, sin culpas ni temores. Ser capaz de vivir con mis decisiones sin mirar atrás. Dando pasos largos y cuidadosos, pisando con fuerza la tierra bajo mis pies hasta que encuentre el lugar donde quiera pararme un rato. Quiero aprender, conocer y conocerme. ¿Que puedo perder?, ¿Cuánto puedo ganar?.

Algo allá afuera me llama, como el bosque y la luna llama al lobo. Cierro los ojos y me veo en otros mundos... escribiendo, cocinando, trabajando. Ya dí el paso inicial, no cuento nada porque da mala suerte.

Si me voy.... me acompañan desde el corazon?.

jueves, julio 19, 2007


Vuelvo y escribo... pareciera que inconscientemente busco dejar fuera todo lo malo, olvidarlo rápidamente. O quizás resulta que no era tanto como yo creía. ¿Será que al fin supere el drama?.

Me siento, en todos los aspectos, como cuando tenía 18 años. Todo me entusiasma, tengo sed de conocer, aprehender y enseñar. Descubrí que la sonrisa puede más que las amarguras, que el vaso sí está medio lleno, sobre todo cuando la amistad es el hielo que no se derrite ni evapora. Que palabra bella, la amistad.

El cosmos se mueve con tanta rapidez que es difícil seguirle el paso. Luego de 29 años de reposo mi cerebro comprende.. y cuanto comprende!!!!!!!!. me faltan palabras para explicar esta llama que arde, explota y me agota. Me cuesta dormir, no paro de procesar. Me dedico a escuchar la música que tenía postergada y cada sonido me parece una clave para descifrar los misterios de la vida. Entonces leo el texto de mi amigo Guiseppe, sobre la alquimia y la música, y me pregunto... ¿acaso te sorprende?. Al rato mi amiga paulish me postea: somos todos partes de un solo cuerpo, un solo cosmos, hacer el bien a otros es cuidarnos a nosotros mismos. No sólo la entiendo, lo comparto plenamente. Un cuerpo, un espíritu, partido en 6 mil millones de almas y yo acá, buscando esa que se amolda perfecto con la mía.

Ya sé quien soy, reconozco el tamaño y forma de mi pieza del puzzle. Estuve tanteando opciones, con algunas me pasó que creí imposible no fuera aquella que buscaba... son casi perfectas, casi no se nota... con otras comprendí de inmediato que, aunque somos parte del mismo grupo, no junta ni pega.

Hace un tiempo mi bruja me dijo que la era de acuario predomina, que son años de cambios. Energías que se mueven como hace siglos no lo hacían; abriendo los chacras y despertando esa vieja sabiduría adormecida. Las conciencias despiertan, los signos están en todos lados. Y yo, como buena acuariana, siento como si viviera en el ojo del huracán. El caos me rodea, todo pasa por mis ojos en vertiginosa carrera, pero nada me toca. Ya no pretendo estirar mis brazos y parar el mundo; me dejo llevar, nada malo pasa, todo tiene un motivo.

Leo a Krista, que dice no hay apuro. Y se va la angustia. Reflexiono y me doy cuenta que no saco nada con apurar las cosas o patalear cuando no llego donde quería... se va el miedo al fracaso, el fracaso no existe. Quien dice que o cuando tienen que ser las cosas más que el propio destino?. Comprendo la verdad que encierra la paciencia y me doy cuenta que no lo soy. No se trata de apretar los dientes y esperar que la tormenta pase sino de caminar lentamente y con firmeza, a pesar de la lluvia y el viento, sin perder el rumbo ni la alegría de vivir sin doblegarse.

Llevo meses creciendo y asimilando tantas enseñanzas mal aprendidas. Es cierto que un gran dolor nos lleva a extremos de lucidez que rayan en la locura y sirven de nuevo punto de partida. Renacer. Reloaded. Dicen que el número 7 tiene un alto nivel de misticismo, una energía increíble. Y este año, precisamente en este mes 7, se cumplen varios 7 en mi vida.

  • Hace 7 años volví a creer en el amor. (exactamente el 6 del 7 del 2000)
  • El 7 del 7 del 2007 conocí la más nueva pieza del puzzle que construye mi vida.
  • Hace 7 meses deje ir lo que había sido mi vida por 6 años. Un año antes de los 7.
  • En este momento, en mi billetera hay exactamente 7 mil pesos... todo mi capital. Son 5 lukas, 2 monedas de quina, 7 de cien y 6 de 50.
  • Tengo 29 años... si lo restamos me da -7... o invertido... 7
  • Y a fin de mes llega a vivir la 7ma persona con quien compartiré éste departamento en un lapsus de 1 año.
  • Supongo que deben ser muchas más.. pero el cansancio a las 2:50 de la madrugada no me dejan pensar claramente... ups.... 2:50 también son 7!!!!!!!!!!!.

(alguien noto otro siete en la lectura… desafío de ingenio)


Hoy me siento sabia. Nada a cambiado realmente; mi cuenta corriente sigue con alarmantes números rojos, sigo sin encontrar esa maldita pieza que agranda mis colores y las ganas de botar la caja a la basura siguen estando con fuerza. Pero algo se apoderó de mi, me volcó la ira, el odio y la desesperación y los transformó en alegría. ¿Será que algunas partes del entramado ya están más armadas y veo como a mi alrededor los pedacitos de almas toman forma clara?. ¿Será que al fin comprendí que si cuido el puzzle y lo observo con paciencia lograré completarlo sin mucho esfuerzo?.

horóscopo del domingo, revista el mercurio

Acuario: "La existencia lo premia dándole nuevas oportunidades afectivas. Llegan en el momento justo, cuando aprendió las lecciones de experiencia anteriores. Y lo más importante de todo: descubrió el valor del perdón"




Aparte y nada que ver: vendo productos ultra pro de peluquería. Si saben de interesados porfa me avisan!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!.

martes, julio 10, 2007

Jelouuuu, ¿te quedan neuronas?


A veces pienso que hay gente que no es más tonta porque no hay más horas en un día y punto. O en realidad que no saben pensar en otra cosa que en si mismos, dañando todo a su paso, sin importarles un carajo.

Cuando me encuentro con gente así termino batiendo mis brazos como loca, buscando una explicación en el aire… o talvez tratando de volar lo más lejos posible. Me desespero. Una siente que habla suuuuuuuper claro -o sea, más claro echarle agua- pero resulta que no te entienden; a las explicaciones sólo encuentras una cara confundida, algo ladeada, como si el problema fuera la posición de la cabeza y no que el cerebro lo tienen taponeado.

Ando con rabia, es que odio las inoperancias más que cualquier otra cosa.

Cambiando de tema… no, en realidad todavía no termino los descargos. Es que es tanto por lo que me gustaría manifestarme que no sé por donde empezar.

Estoy disconforme con mi país, con los políticos y sus descaros que ya son demasiado descarados y con los medios de comunicación que olvidaron que estaban para informar, educar y entretener… no crear monstruos zombis come farándula de cuarta. Me avergüenzo de nuestro súper cuerpo policial, que roba en sus horas libres y detiene a las victimas. Y porrrfavorr no me hagan hablar del sistema de salud publico.

Me eriza los pelos enterarme de esos nuevos caraduras, los famosos operadores políticos, que ganan una barbaridad para las barbaridades que hacen y dicen.

El puteo contra el transantiago es tanto que opté por mi duper nave de dos ruedas a pesar del frio y la lluvia. Después de las primeras semanas, donde sentí que casi moría con cada pedaleo, redescubrí porque amaba tanto mi bicicleta. Los que digan que en Santiago no se puede pedalear es mentira, una pobre excusa para justificar la flojera… otra cosa que detesto. Eso si, debo decir que el martes pasado me tercié con la agrupación de ciclistas, esos que una vez al mes se reúnen en plaza baquedano –donde siempre quiero participar pero olvido que día es- y los odié profundamente, aunque los motivos son harina de otro costal. Claramente, no era mi mejor momento.

Me manifiesto totalmente contraria a los calling center, servicios de atención al cliente y otras basuras que se inventaron para evitar el contacto face to face. Me los imagino al otro lado de la línea, un personaje que de ejecutivo no tiene nada, con cara de pocos amigos y más concentrados en su juego de solitario que en escuchar mis problemas con el celular, el cable, el internet, mi plata, la pizza que pedí hace dos horas (que finalmente llega, helada y con carne cuando soy vegetariana y el local está frente a mi casa) o la emergencia de turno.

Y por ultimo, pero no menos importante, me declaro enemiga número uno de la falta de neuronas. Si, es cierto que ya lo dije, pero tengo que repetirlo. Es que me revienta, me carga, me dan ganas de matar gente. En serio… Por ejemplo, ¿a que retardado mental se le ocurre mandar un técnico de vtr un domingo en la mañana, cuando claramente se le dijo que por ningun motivo mandaran alguien ese día?. Y una con toda la caña encima, babeando la almohada, sin más remedio que levantarse como puede y contestar el maldito citófono. Claro que me emputecí, garabatié al tipo, que debe haber puteado su mala suerte, y busqué nuevamente el dulce manto del sueño.

¡Ya lo decía mi abuela, que en este mundo no existe dios!!

Hechos los descargos, vuelvo al movimiento zen.

viernes, julio 06, 2007

Reseteate


A veces quisiera ser una computadora. Si falla el sistema, aprietas un botón y listo, reset...
Pero como tristemente he aprendido, los humanos somos tan imperfectos que tenemos que vivir las penas una y otra vez, así como lo hace Bill Murray en "el día de la marmota", una de las películas más sabias que he visto en toda mi vida. Probablemente la cinta tenía una meta mucho más comercial, onda peli de vacaciones (junio-julio), donde lo importante es llenar teatros. Pero también tiene su lado crítico, el ácido humor de Murray y su siempre cara de astío, ademas del delirante guión donde cada día es el mismo día.
Me rallé con el tema de la pelicula, pero es que ya parece talla esto del deja vu, repetir experiencias, golpearse con la misma piedra dos, o 3, o mil veces. Y si, con piedras me refiero a un prototipo de hombres, que al parecer son los que me atraen. Mala cosa, señorita Valeria... pero realmente todavía no sé como descubrirlos a tiempo.

Anoche leí las cartas que me escribió uno de mis primeros modelitos de exportación. No fue un amor a distancia, pero dentro de nuestras sanas locuras estaba escribirnos todas las semanas, sólo para mantener viva la magia del correo y la estampilla. Llegamos a mandarnos regalos a través del cartero, desde galletas de mantequilla a una rica weed casera. Nos escribíamos para contarnos el día a día, alguno sueño, la letra de alguna canción o test de personalidad inventados en el minuto. También hablábamos de nosotros, nos invitábamos a carretes o citas, y terminamos ironizandonos. Incluso recuerdo de dos cartas que fueron puras peleas!!!!.
Sigo divagando.. lo siento, ahora si que si que voy al grano.
Resulta que encontré algunas de estas cartas, olvidadas en una de las mil cajas que vengo arrastrando desde el fin del mundo. Y las leí. Todo bien, muy lindo, hasta que me encontré con aquella carta que corta la leche, donde me dice que esta imposibilitado para el amor. Ese maldito "soy yo, no tu" que desarma. Porque, ¿Como le discutes a alguien que claramente asume su falta de compromiso casi como una maldición gitana, que si pudiera cambiar lo haría encantado?.
Al final, casi todos los que logran entusiasmarme, y lo digo tanto por lo intelectual como lo físico, resulta que están indispuestos para el amor. Ya me pienso que cuando chicos hubo una epidemia que bloqueo el corazón de una generación completa; pero no, resulta que mis amigos están todos de lo más sanitos y sólo mis novios salieron con el problema de fábrica. Ah, que nadie me venga que no existe la mala suerte entonces!!!.

En fin, tal como lo hice con ese fallido romance, me reinvento. Al menos ahora ya aprendí que puedo entusiasmarme pero no proyectarme, querer y no esperar ser querida, y no odiar a nadie. Me recupero más rápido, porque tengo menos tiempo que perder... en el sentido que la vida es corta y no me la quiero pasar en llantos de magdalena.
Sigo sin entender la frase autoculpatoria/martir/caballerosa del "soy yo el idiota"... pero cada día menos me la creo. Obvio que soy yo, por tener el molde pegado. Y mientras no se me quite la mala costumbre, decidí olvidar un rato a los hombres y dedicarme al deporte, que al menos no me manda sin previo aviso a la lona.

El Día de la Marmota. 1993
Director: Harold Ramis
Elenco: Bill Murray, Andie Macdowell