viernes, julio 06, 2007

Reseteate


A veces quisiera ser una computadora. Si falla el sistema, aprietas un botón y listo, reset...
Pero como tristemente he aprendido, los humanos somos tan imperfectos que tenemos que vivir las penas una y otra vez, así como lo hace Bill Murray en "el día de la marmota", una de las películas más sabias que he visto en toda mi vida. Probablemente la cinta tenía una meta mucho más comercial, onda peli de vacaciones (junio-julio), donde lo importante es llenar teatros. Pero también tiene su lado crítico, el ácido humor de Murray y su siempre cara de astío, ademas del delirante guión donde cada día es el mismo día.
Me rallé con el tema de la pelicula, pero es que ya parece talla esto del deja vu, repetir experiencias, golpearse con la misma piedra dos, o 3, o mil veces. Y si, con piedras me refiero a un prototipo de hombres, que al parecer son los que me atraen. Mala cosa, señorita Valeria... pero realmente todavía no sé como descubrirlos a tiempo.

Anoche leí las cartas que me escribió uno de mis primeros modelitos de exportación. No fue un amor a distancia, pero dentro de nuestras sanas locuras estaba escribirnos todas las semanas, sólo para mantener viva la magia del correo y la estampilla. Llegamos a mandarnos regalos a través del cartero, desde galletas de mantequilla a una rica weed casera. Nos escribíamos para contarnos el día a día, alguno sueño, la letra de alguna canción o test de personalidad inventados en el minuto. También hablábamos de nosotros, nos invitábamos a carretes o citas, y terminamos ironizandonos. Incluso recuerdo de dos cartas que fueron puras peleas!!!!.
Sigo divagando.. lo siento, ahora si que si que voy al grano.
Resulta que encontré algunas de estas cartas, olvidadas en una de las mil cajas que vengo arrastrando desde el fin del mundo. Y las leí. Todo bien, muy lindo, hasta que me encontré con aquella carta que corta la leche, donde me dice que esta imposibilitado para el amor. Ese maldito "soy yo, no tu" que desarma. Porque, ¿Como le discutes a alguien que claramente asume su falta de compromiso casi como una maldición gitana, que si pudiera cambiar lo haría encantado?.
Al final, casi todos los que logran entusiasmarme, y lo digo tanto por lo intelectual como lo físico, resulta que están indispuestos para el amor. Ya me pienso que cuando chicos hubo una epidemia que bloqueo el corazón de una generación completa; pero no, resulta que mis amigos están todos de lo más sanitos y sólo mis novios salieron con el problema de fábrica. Ah, que nadie me venga que no existe la mala suerte entonces!!!.

En fin, tal como lo hice con ese fallido romance, me reinvento. Al menos ahora ya aprendí que puedo entusiasmarme pero no proyectarme, querer y no esperar ser querida, y no odiar a nadie. Me recupero más rápido, porque tengo menos tiempo que perder... en el sentido que la vida es corta y no me la quiero pasar en llantos de magdalena.
Sigo sin entender la frase autoculpatoria/martir/caballerosa del "soy yo el idiota"... pero cada día menos me la creo. Obvio que soy yo, por tener el molde pegado. Y mientras no se me quite la mala costumbre, decidí olvidar un rato a los hombres y dedicarme al deporte, que al menos no me manda sin previo aviso a la lona.

El Día de la Marmota. 1993
Director: Harold Ramis
Elenco: Bill Murray, Andie Macdowell

2 comentarios:

David Miranda dijo...

la idea es la siguiente: autosuficiencie emocional, aunque sea por un rato, luego....dios proveerá,

zen valeria, zen

abrazos

Davixo

valeria amanda dijo...

gracias amigo, zen estamos.....

o me hubiese tirado al mapocho hace rato.

XD